►¿Puede Ser Quibdó Una Ciudad Limpia?

Desde hace muchos años, he escuchado diversas propuestas
para lograr que Quibdó sea una ciudad limpia. Desde campañas en instituciones
educativas, donde en cátedras como ética y hasta en religión nos han sentado
bases para que no depositemos la basura en el suelo, eran muy comunes los
llamados de atención en mi colegio, por ejemplo, donde la encargada de la
coordinación de disciplina nos decía “no quiero ver basura en el suelo”
“Carlos, recoja ese papel” esos llamados de atención tuvieron eco en mí, no soy
capaz de tirar así sea un papel al suelo. Además, he tenido la oportunidad de
conocer diferentes latitudes del mundo, viendo ciudades que me han dejado una
muy grata impresión en materia de aseo, entre ellas están: Mendoza, Viña del
Mar, Curazao, Miami, Las Vegas. Donde el aseo brilla por su presencia, entonces
me pregunto, ¿puede ser Quibdó una ciudad limpia? 
Yo creería que sí, ya que es cuestión de educación, hay que
empezar por romper paradigmas, por creer que es posible, por poner en marcha la
famosa frase “SENTIDO DE PERTENENCIA” la cual muchos mencionan haciendo
apología que hay que apoyar a lo tuyo con la razón o sin ella, hay que ir más
allá y ver que esa frase nos habla de un sentir, Quibdó es nuestra casa y salvo
que se trate de alguien que sea cochino por naturaleza, va a querer vivir en un
ambiente limpio y aseado; es triste ver como hay gente que no solo tira un
papel o una bolsa al suelo, sino que se deshacen de las basuras que producen en
sus casas tirándolas en el lote de la esquina en horario distinto al que pasa
el carro recolector, en los ríos y quebradas, en los desagües o peor aún ¡en la
vía publica! 
Si, en la vía pública, es tal el caso que se presenta en la
plaza de mercado de Quibdó, donde los habitantes de los barrios Yesquita y San
Vicente principalmente, junto con los comerciantes de la plaza de mercado, han
hecho de la esquina de la carrera 4 con calle 20 un basurero.
Esto
hizo que la administración municipal tomara medidas al respecto, inicialmente
enviaron volquetas en horarios especiales para recoger el cumulo que a diario
se depositaba en dicho lugar, hasta el punto de llegar a poner baldes para que
se ubique ahí la basura, pero en ninguno de los casos se ha logrado corregir
este problema, ¿entonces cuál sería la solución?
Creo
que hay que hacer énfasis en la educación, hay una dicho popular que reza “corrige
al niño para que no tengas que castigar al adulto” si a los habitantes de
Quibdó los educáramos para que no tiren la basura al suelo, se darían cuenta
que van a ver una ciudad más limpia, si los educamos para que no tiren basuras
en los desagües, van a haber menos calles inundadas, si los educáramos para que
no saquen las basuras en horarios diferentes al paso del carro recolector, van
a haber menos plagas como ratas, cucarachas, moscas o hasta perros merodeando
en las basuras. Todo esto sin olvidarnos que las basuras son focos de
enfermedades como infecciones intestinales, infecciones respiratorias, dengue,
otitis, conjuntivitis, entre otras.
Entre otras medidas que se pueden tomar, está la aplicación
del nuevo código de policía, sancionando económicamente a quienes depositen
basuras en lugares no indicados, o por medio de algún decreto municipal que
haga que a quien realice estos actos deba realizar labores comunitarias.
Hay que tomar también conciencia y no creer que este es un
problema de la administración municipal, este es un problema de todos que
necesita del compromiso de cada uno de nosotros para que en un futuro podamos
vivir en una ciudad limpia.
Columnista: Carlos Illid.

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